Ni siquiera en los casos más amistosos el divorcio deja de ser un trago amargo y una fuente de ansiedad, nervios y angustia. Y es que de la noche a la mañana has pasado de tener una familia a perderlo todo. ¿Todo? La verdad es que solo has perdido un marido/mujer. Y seguramente habrás ganado muchas cosas más.
Un divorcio puede suponer infinidad de preocupaciones, problemas y puede originar un cuadro de ansiedad generalizada que no hará sino complicar más la situación. Pero sí queremos relativizar un tanto la separación matrimonial. Porque es uno de esos momentos que podemos superar y con el paso del tiempo, hasta olvidar.
Motivos de ansiedad por divorciarse
Son muchas las fuentes de preocupación y ansiedad cuando te enfrentas a un divorcio o a una separación matrimonial. La principal fuente de nerviosismo es si tus hijos van a sufrir durante el proceso de divorcio y con el cambio que se produce en la estructura familiar. Pero también están los motivos económicos y sentimentales.
Puede que pensando en el divorcio te sientas más sola/o, puede que dudes de tu capacidad para sacar adelante a tus hijos prácticamente solo/a o puede que la ruptura haya ocurrido sin tú desearlo y tengas el corazón destrozado. Se trata de un momento que está rodeado de sentimientos como la tristeza, la decepción, la culpa o la frustración, además de moverte en el terreno de la incertidumbre por tratarse de una nueva situación.
Cómo explicar a los niños que sus padres se separan, lidiar con los sentimientos de la pareja rota, afrontar el cambio de residencia o de roles familiares y asumir la ruptura sentimental son algunos de los motivos principales de la ansiedad por divorcio. Y lo cierto es que se trata de una preocupación lógica, pero no puedes permitir que se convierta en un trastorno de ansiedad.
Evitar la ansiedad que genera un divorcio
Cuando los síntomas de la ansiedad por divorcio te lleven a tener problemas para realizar tus actividades diarias, sin duda, debes acudir al médico o psicólogo para que busque el tratamiento para la ansiedad más adecuado. Pero también hay algunas cosas que debes tener muy claras y que, aunque las conozcas, tal vez conviene no perderlas de vista.
Un divorcio supone una ruptura de pareja, en ningún caso estás rompiendo la familia que has construido. Así que no te sientas culpable porque tus hijos ganarán con la nueva situación familiar si lográis afrontarla con naturalidad y sin dramas. En cuanto a tu situación sentimental, tal vez sea necesario superar un periodo de duelo por la separación, pero no te costará mucho tiempo descubrir las ventajas de estar soltera/o de nuevo.
La mejor forma para evitar la ansiedad producida por todas esas cuestiones económicas y materiales que surgen con un divorcio es adoptar en todo momento una postura conciliadora. En caso de que una de las partes no sea consciente del daño que puede hacer manteniendo una actitud beligerante, lo mejor es distanciarse y dejar esos asuntos en manos de un abogado.